Café y bicicleta. ¿Por qué nos gusta tanto a los ciclistas?

¿Será por el placer de la parada durante o al final de las salidas? Esos momentos en los que las conversaciones y el café se saborean a partes iguales, los instantes en los que hacemos un merecido intervalo y compartimos experiencias.

¿O a lo mejor tu momento cafetero es ese que te aporta un instante de calma para hacer una pausa? Ese en el que sorbes lentamente tu café y te permites escuchar tu voz.

¿Será su sabor? ¿Sus propiedades beneficiosas? ¿Su ritualidad?

Sea cual sea la respuesta, que para mi son todas ellas, tienen un eje central en común: el café, como el ciclismo, nos une. Es una pasión que va más allá de ingerir una taza de esta bebida, así como el ciclismo es algo más que ir en bicicleta.

Cuando nos tomamos una taza de café, esos 70-180 mg de cafeína (en función del modo de preparación), activan una orden clara y directa para nuestro cuerpo: prepárate. Allá vamos.

café y bicicleta

plantaciones de café en Colombia

La aportación de esta substancia es la de hacernos conseguir que este proceso se desempeñe de la manera más eficaz posible, aumentando el rendimiento mental y motor. Hay estudios que demuestran que el café nos aporta nutrientes esenciales beneficiosos para el organismo, protege las arterias frente al deterioro gracias a sus antioxidantes, y mejora el estado de ánimo. ¡Y muchos beneficios más!

No es de extrañar, pues, que los ciclistas hayan visto en este pequeño fruto un valioso complemento para los esfuerzos a corto plazo y de gran intensidad. Ya mucho antes de que existieran los suplementos vitamínicos y minerales, el café es – y ha sido – el gran aliado para sobrellevar estos momentos puntuales de fatiga, como lo sigue siendo para miles de personas en todo el mundo.

Pero hagamos un alto en el camino.

Imagínate sentad@ en una terraza. Los rayos del sol en tu cara. Una brisa reconfortante. Entre tus manos, una taza de café humeante que te impregna la nariz de aromas tostados. Estas ahí, con tu grupo, al final de esa salida que te acaba de regalar maravillosos instantes de felicidad gracias a tu esfuerzo.

Ese café que antes de la salida veías casi como una necesidad, de repente se trasforma en otra cosa y la cafeína pasa a un segundo plano. Ahora te concentras en el sabor, la textura, los aromas. Actualmente, la variedad de propuestas es casi infinita. Nunca nos habíamos interesado tanto por la calidad y la procedencia del café.

Además, ese es uno de nuestros momentos preferidos para socializar. Un ritual en el que algunos han visto una oportunidad para crear espacios dedicados a ensalzar esta unión de dos mundos que, visto desde fuera, podrían parecer tan dispares.

pulsera plata grano de café

Pulsera con grano de café en plata

Y esa es mi especialidad. Unir mundos dispares. Como el ciclismo y la joyería. Y hoy, 1 de octubre, Día Internacional del Café, os quiero presentar mi pequeño granito de arena. O mejor dicho, como en este caso: un grano de café.

El grano de café es una pieza que he creado para homenajear estos momentos cafeteros en el mundo del ciclismo. Una pieza que une todos esos significados que le queramos dar. Beneficios para la salud, momentos de encuentro, de reunión o de pausa. Ya sabes de lo que te hablo, seguro que tú también reconoces alguno de esos momentos en tu vida. A lo mejor ya tienes en mente a quién regalar esta pieza, o quizás tú mism@ eres un apasionado de la bicicleta; a lo mejor lo eres del café. O, por qué no, de los dos. Los dos te dan ese momento de bienestar y libertad. Y unidos, suman. ¿Has visto en mi web como las dos mitades se suman y forman un grano completo de café?

Como en la vida. La suma de las pequeñas cosas es la que nos da la felicidad, y si nos dan eso tan grande que es la felicidad, puede que tan pequeñas no sean. ¿Verdad?