Reflexiones sobre la cadena de bicicleta
Tan pequeña pero tan grande
Un eslabón en una cadena de una bici parece un trocito muy pequeño y insignificante, ¿verdad? Y, en cambio, a pesar de su pequeñez, puede ser muy grande en su significado y función. Sólo tenemos que interpretarlo a nuestra manera.
Te voy a proponer un juego. ¿Te imaginas tu bici sin cadena? ¿Cómo lo harías para avanzar? A mí me vienen a la cabeza tres maneras.
La primera: remolcarla. ¡Aunque un poco lento y aparatoso! Caminar con los brazos a los lados haría que la fatiga llegase antes y recorreríamos poca distancia.
La segunda: solo hacer bajadas o pendientes con fuerte viento a favor. Una opción muy agradable con respecto al esfuerzo… pero, por contra, nos dejaríamos un lado de cada montaña que bajásemos y tampoco podríamos hacer frente al viento en contra.
Y la tercera: buscar permanentemente alguien que nos empuje. Esta es sin duda la variante más cómoda para verlo todo, pero también es la más egoísta: cargaríamos la responsabilidad de hacer nuestro esfuerzo para avanzar y hacer camino en los demás.
¿Te ha gustado este juego? Pues sigue leyendo: vamos allá con otro.
Ahora imagínate una pequeña criatura que acaba de nacer. Un bebé es como una pequeña bicicleta: tiene la cadena justa para rodar, casi como un monociclo. A medida que crece, esta bicicleta crece con él y, con ella, su cadena. Una cadena hecha de eslabones que se va alargando. Cuando más larga sea la cadena, más grande podrá ser la bici.
Pero no solo eso. Podemos dotar esa bici con platos y piñones, y eso nos ayudará en todos los terrenos que nos vayamos encontrando en nuestra vida. ¡Con esta dotación no va haber una subida que se nos resista, una bajada que no gocemos o un plano que no disfrutemos!
Tu eres un eslabón que forma parte de una cadena que hace mover tu bici. Y este eslabón se une a otros. Y estos otros eslabones son las personas con las que encuentras puntos de unión en tu vida.
Yo me siento afortunado: he encontrado a las personas, familia y amistades con las que he formado una cadena suficientemente larga. Y esta cadena me ha permitido poner unos platos y unos piñones poderosos: son los que me han ayudado a salir de las situaciones más dolorosas (las subidas) y disfrutar al máximo de los momentos agradables (las bajadas). Y así, ir construyendo una cadena cada día más larga, llena de vínculos enriquecedores.
¿La cadena ata o niega movimiento?
Porque cuando hablamos de una cadena no siempre tiene un significado negativo. Aunque históricamente haya sido así, y en nuestra cabeza la
asociación más frecuente es a esclavos y a condenas, la palabra cadena tiene otros usos. Pero antes de contártelos… ¿sabías que la palabra eslabón proviene etimológicamente del latín de la palabra eslavo? Estos eran vendidos como esclavos y el término hace precisamente referencia a la relación entre cadena y esclavo.
Pues, como te decía, para mi una cadena también puede ser algo bonito, una unión entre personas que juntas hacen más fuerza. De hecho una cadena también significa un grupo de personas que se cogen de las manos, una sucesión de hechos o fenómenos relacionados entre sí o un lazo inmaterial que une a las personas. ¿Y no crees que la vida es eso mismo? Una cadena de sucesos y personas que se entrelazan juntando fuerzas para trasmitir la energía para llegar más lejos. Al mismo tiempo, tú puedes ser un eslabón en tu cadena y, a la vez, un eslabón en la de otra persona.
El mecanismo físico de la bici que se funde y confunde con tu engranaje vital; y avanzas, fluyes y creces. Eres tú, pedaleando para hacer avanzar tu bici. Y a la vez también eres tú mismo, luchando por tu vida y tus sueños.
Porque esta es la única cadena que te hace libre.